Tras conocerse los resultados de las elecciones en Japón, al ex presidente Alberto Fujimori no le quedó más camino que reconocer su derrota y formular excusas risibles para intentar lavar su imagen. Desde su lujosa residencia de la capital chilena, donde pasa su detención domiciliaria, el ex gobernante, de 69 años, alegó que el pobrísimo resultado obtenido fue porque no pudo "conducir la campaña electoral" con miras a ganar una curul en el Senado nipón. Aseguró que no contó con los medios económicos y el tiempo suficiente para conquistar al electorado japonés.Respecto de sus planes, Fujimori dijo que ahora su objetivo era demostrar su inocencia dentro del proceso de extradición en Chile, el que está a la espera del fallo definitivo. El ex mandatario indicó también que una vez culminado el proceso de extradición esperaba reanudar su vida política en el Perú.