Con los votos disidentes de congresistas de Unión Por el Perú (UPP), de Unidad Nacional (UN) y de Alianza Parlamentaria (AP), y en medio de agrias críticas a la composición de su Mesa Directiva -provenientes, incluso, de su propia agrupación-, Luis Gonzales Posada asumió la Presidencia del Congreso haciendo -paradójicamente- un llamado a sus colegas para que, "antes que el interés personal", pongan "al Perú como destino". Una reflexión tardía si se toma en cuenta que lo que primó en esta elección fue la práctica del 'toma y daca', alentada por su bloque con el escandaloso intercambio de vicepresidencias por votos.