A pesar de que el ministro de Comercio Exterior, Alfredo Ferrero, aseguró que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. no planteaba cambios laborales, los empresarios insisten en que si no se flexibiliza esta legislación, la gran mayoría de peruanos que vive en la informalidad se quedará sin trabajo porque no podría ingresar a dicho acuerdo.Las modificaciones que pide el sector privado (como recorte de vacaciones) no tienen que ver con la competitividad, sino con la formalización del empleo, argumentó Gino Kaiserberger, presidente del Consejo Económico y Social para el Desarrollo Nacional (Cesden)."Si el Perú ingresa a un TLC con un 89% de informalidad, ese gran sector no entrará al acuerdo. Esos trabajadores desaparecerán. ¿Qué va a hacer esa gente sin trabajo?", cuestionó.Explicó que las empresas informales, que son el 75% de las existentes en el país, deberán certificar ante los Estados Unidos que sus empleados están en planilla para participar en la cadena productiva de ida y vuelta que representa el TLC. "¿Si no acreditan eso, a qué se van a dedicar? Así, el acuerdo solo beneficiará al 25% de las empresas y estará condenado al fracaso", anotó. Señaló que esto no solo implica a las compañías exportadoras sino también a las locales que quieran comprar productos de los EE.UU.