Con el inicio de la producción de la mina Cerro Lindo (que se inaugura hoy en la provincia de Chincha), la Compañía Minera Milpo, propietaria de la unidad, duplicará su producción y sus activos. Esto demuestra el empuje de la minera, que en los últimos tres años ha invertido más de US$150 millones sin recurrir a un solo préstamo bancario.Abraham Chahuán, gerente general de Milpo, ha sido uno de los gestores de este crecimiento. Con él, no solo hablamos de la empresa, sino también de las posibilidades que abre para el Perú el 'boom' minero. Terminada la entrevista, nos queda claro que el país debe apuntar más alto para aprovechar los recursos que a diario se extraen del subsuelo.¿Cuál es el trato que existe entre mineras como Milpo y las comunidades que están en los alrededores?Hay una tendencia en muchas compañías, las que, creo, tienen una filosofía paralela a la que está aplicando Milpo hoy: buscar el desarrollo de las comunidades y fomentar canales de diálogo. Debemos buscar que todas las compañías estén alineadas. En nuestro caso, es fácil preguntarle a un poblador que vive en la puna, adonde apenas llega el Estado, si los beneficios que ha generado el sector minero --acercándole servicios de salud, educación y electricidad-- ha llegado a él.Sin embargo, los problemas sociales en torno a la minería se han mantenido.Creo que no debemos olvidar que somos un país premiado por Dios. El Perú tiene casi el 20% de los recursos minerales conocidos en el mundo, existe un potencial tremendo para el desarrollo del país y no podemos cerrar los ojos a esa riqueza. No podemos decirle no al desarrollo. Creo que las fórmulas que estamos empleando hoy (para la explotación minera), y que aún se pueden mejorar, representan un avance sustantivo para poder hacer que el Perú tenga mejores niveles de exportación, trabajo y, por qué no, ir hacia adelante en la cadena productiva. El siguiente paso para el Perú es dejar de exportar concentrados y refinar los metales.¿Es posible?¡Por qué no! También se podría fabricar materiales semiproducidos o semielaborados.