Apurímac vivió ayer su jornada más violenta en el cuarto día de paro indefinido convocado por los gremios agrarios. Unos 2,500 campesinos paralizaron la ciudad, bloquearon la carretera de Abancay hacia Cusco y chocaron con la Policía. La protesta que sorprendió a las autoridades locales fue promovida por el Frente de Defensa Regional Agrario en demanda de la eliminación del impuesto a los fertilizantes, mayores facilidades para obtener créditos y otorgamiento de maquinaria agrícola. (Edición domingo).