Tal como se veía venir, la entrega, ayer, de la buena pro para la exploración y explotación de 13 lotes petroleros en el norte y el oriente del país, tuvo como contraparte la protesta de representantes de las comunidades indígenas que se apostaron en los exteriores de las oficinas de Petroperú, en San Isidro -donde se realizó la apertura de sobres- para expresar su rechazo al proceso, aduciendo la superposición de tres lotes a reservas territoriales donde habitan pueblos indígenas que optaron por el aislamiento.Mientras el presidente de Perupetro, Daniel Saba, aseguraba a la prensa que no se han otorgados lotes ubicados en áreas protegidas -las que, recalcó, deben ser determinadas por decreto supremo- los dirigentes de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) acusaban la violación de compromisos asumidos.
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