Tras casi un mes de la aprobación del Decreto Supremo 29158, de Lucha contra el Contrabando de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en la frontera de Bolivia con Perú, es menos visible ver a personas que trasladan garrafas desde Desaguadero hacia el lado peruano en aguayos, carritos, lanchas y también a mano. En un recorrido por la zona, el diario La Prensa de Bolivia constató que el comercio ilegal de este combustible se redujo en la frontera nacional, aunque en el lado peruano aún se venden botellones con sellos de YPFB y Repsol Gas.