Las avenidas Nicolás de Piérola, Tacna y Abancay, así como la plaza Dos de Mayo, en el Centro de Lima, estuvieron ayer cerradas para el tránsito vehicular debido a la marcha del Sutep. Cientos de personas tuvieron que bajar de los ómnibus de transporte público y caminar para llegar a su destino. Los conductores, en cambio, tuvieron que soportar durante horas el desorden. Los negocios y tiendas del centro de la capital también se vieron perjudicados. Mañana habrá otra manifestación similar.Si hasta hace poco el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) era un gremio fraccionado entre Patria Roja y un grupo más extremista, ayer sus dirigentes apostaron por sumar fuerzas para oponerse a la ley de la carrera pública magisterial.A la cabeza de la manifestación docente, que convirtió el tránsito vehicular del Centro de Lima en un infierno, se mostraron juntos y revueltos quienes siempre han aparecido como tenaces opositores: Luis Muñoz (actual secretario general del Sutep), Robert Huaynalaya (autodenominado presidente del Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del Sutep y vinculado con Pukallacta) y los ex secretarios Nílver López, Caridad Montes y Olmedo Auris.