La bola de nieve sigue creciendo. Autoridades peruanas volvieron a criticar la instalación en Puno de una oficina de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA). Mientras la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, calificó este hecho de intervención, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, indicó que la filial puede ser utilizada para realizar proselitismo e injerencia política.El jefe del gabinete ministerial indicó que ALBA es "una decisión soberana" de los países que lo han suscrito, pero que el Perú no forma parte de ella, por lo que no puede tener una oficina en nuestro territorio. "Bajo el argumento de curarle la vista a una persona, empiezan otras acciones de proselitismo y de injerencia política que serían inaceptables", comentó.(Edioción sábado).