Por fin se dio un gran paso adelante para frenar la lentitud estatal en materia de trámites. El presidente Alan García promulgó ayer en Palacio de Gobierno la Ley del Silencio Administrativo, la cual posibilitará que un trámite sea considerado aceptado y procedente si, al cabo de 30 días de haberse iniciado, la entidad pública correspondiente no ha dado una respuesta.El mandatario señaló que esta norma es clave para la reforma del Estado y que la celeridad de los trámites es imprescindible para lograr mayores inversiones y, por lo tanto, mayor empleo y bienestar en la población.Esta norma busca que la administración pública sea más expeditiva en la resolución de quejas y pedidos de los ciudadanos. Antes, cuando un trámite se mantenía por más de un mes sin respuesta, se consideraba denegado, pues se aplicaba el llamado silencio negativo. Ahora se ejecutará el silencio positivo, algo así como "el que calla, otorga".(Edición sábado).