Injerencia fue la palabra que usó ayer el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, para referirse a la acción del gobierno de Hugo Chávez en nuestro país, especialmente en Puno."Hay una injerencia extranjera que proviene del movimiento chavista y, tal como lo hizo en Nicaragua y otros países, ahora pretende hacerlo en el Perú. Eso es inaceptable y es el momento de revisar esa acción y ver qué medidas tomamos", dijo el jefe del Gabinete.Del Castillo se estaba refiriendo a la instalación en Puno de una sede de Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), proyecto impulsado por Chávez y auspiciado por el titular del Gobierno Regional de Puno, Hernán Fuentes, en cuya oficina cuelga la foto del presidente venezolano.