El caso más grave es el de José Adrián Lezma Sánchez, un agricultor de sesenta años, pionero de las rondas campesinas y líder ambientalista de la provincia de San Marcos. En los últimos meses, la hostilización contra él ha llegado a los niveles de detención, allanamiento de domicilio, agresión física y amenaza de muerte. El 10 de febrero último, en el mercado de Aguas Calientes del caserío La Grama de su provincia natal (San Marcos), José Lezma enfrentó uno de los eventos más agresivos. Fue abordado intempestivamente por Isidoro Fernández, el funcionario más conocido de Minera Miski Mayo en la zona. "Ingeniero" lo llaman. Lo emplazó acompañado de dos sujetos armados, los que flanquearon al sorprendido dirigente.