El presidente Alan García no dio su brazo a torcer. Prefirió obviar la versión de haber sido sorprendido al culpar al ex titular de ProInversión René Cornejo por el retraso en la ejecución de un tramo de la Interoceánica Sur y, por el contrario, arremetió contra el directivo renunciante: "Se necesitan funcionarios con más corazón y sensibilidad. Ya no tiene perdón de Dios postergar las cosas".Uno de los que salieron en defensa de Cornejo el fin de semana fue el contralor de la República, Genaro Matute, quien señaló que la demora de la ejecución del tramo de la Interoceánica que corresponde a Puno se produjo porque las autoridades locales pidieron nuevos trazos en el proyecto. Pero el Jefe del Estado respondió que no creía en "la política del gran bonetón".