La ley que el jueves último aprobó el Congreso y que despenaliza las relaciones sexuales consentidas con menores entre 14 y 18 años ha provocado reacciones de lo más erizadas mientras se aguarda la decisión del Ejecutivo, que tiene en sus manos la responsabilidad de promulgarla u observarla.Ayer, la ministra de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes), Virginia Borra, se apuró en criticar la disposición y señaló que sus alcances pueden ser muy perniciosos. "Siempre me he mostrado en contra de esta medida, ya que es una puerta abierta para que se pueda cometer abusos", comentó Borra. Aseguró que el Gabinete buscará corregir próximamente los aspectos negativos de la ley.La titular del Mimdes afirmó que detrás de la actuación del Parlamento hay un desconocimiento de la realidad, ya que en la sierra y selva --a diferencia de las zonas urbanas del país-- la madurez de los menores obedece a patrones distintos. "En las zonas urbanas, las chicas y chicos tienen más capacidad para discernir y convenir en una relación, pero hay muchos casos en los cuales se puede producir una violación y el violador puede decir que se trató de una relación consentida, y es difícil probar el delito", arguyó.(Edición sábado).