Ultimátum. El presidente regional de Áncash, César Álvarez, les dio ayer una semana de plazo a las empresas mineras para que se sienten a dialogar y acaben con los excesos y con las terribles condiciones en las que trabajan los obreros de los socavones. Si no corrigen la situación -advirtió-, les "declararé la guerra" y los ancashinos se levantarán.