En abril pasado, el Osinergmin disminuyó el precio de la energía eléctrica para Lima en aproximadamente 3%; por el contrario, a las regiones del sur las castigó con un aumento de hasta un 5%. La imposición de esta variación no es arbitraria, el organismo regulador lo único que hizo fue reflejar en las tarifas un problema que se veía venir desde hace mucho tiempo: la escasez de energía eficiente y barata en el sur del país. A diferencia de esta región, en el centro del país (que incluye a Lima) la construcción de nuevas plantas hidroeléctricas y térmicas ha permitido aumentar la oferta y disminuir las tarifas, mientras que en el sur, en los últimos cuatro años, no hubo inversión en plantas de generación eléctrica. Pese a que ambos sistemas (el del centro y el del sur) se encuentran interconectados por la línea de transmisión Mantaro-Socabaya, y en teoría el sistema central podría 'exportar' energía al sur, la capacidad de transmisión es limitada, pues solo se transportan 256 megavatios (MW) y actualmente trabaja al tope de su capacidad.Juan Carlos Liu, gerente general de Consultores Supervisores y Asesores Nacionales (Cosanac), señala que la congestión de la línea Mantaro-Socabaya hace que ambos sistemas se desvinculen económicamente, generando dos realidades distintas. "Mientras en el sur los precios comienzan a subir, en el centro bajan", indica Liu. (Edición sábado).