La elección del cuestionado magistrado Javier Ríos Castillo como nuevo integrante del Tribunal Constitucional (TC) en el Congreso generó ayer zozobra entre los parlamentarios, y ni siquiera su inmediata renuncia logró disminuir el impacto de la controvertida designación.Ríos, quien saltó a las primeras planas luego de aparecer en imágenes televisivas y fotos junto a Agustín Mantilla y Oscar López Meneses (vinculado a Montesinos) en un restaurante miraflorino, llegó al Congreso a bordo de un taxi para presentar personalmente su dimisión. Esto generó que el pleno del Congreso se enfrascara en una agitada discusión en la que todas las bancadas parlamentarias negaron haber promovido su candidatura. El debate se caldeó cuando los legisladores de Unidad Nacional, Alianza Parlamentaria y el Partido Nacionalista (PNP) exigieron, antes que aceptar su renuncia, declarar nula toda la elección congresal de los cuatro magistrados al TC.