Después de darle mil vueltas al asunto, el pleno del Congreso eligió ayer a cuatro nuevos integrantes del Tribunal Constitucional (TC), órgano de control de las leyes que van en contra de la Carta Magna. Pero la fiesta no se dio en paz, sino que lindó con el escándalo. Si bien la designación contó con el respaldo de 84 legisladores, los opositores cuestionaron la elección del abogado Vladimir Paz de la Barra -defensor del destituido presidente de la Corte Superior de Lima, Angel Romero-, quien fue incluido en la terna gracias a la presión de UPP. Es más, ninguno de los candidatos auspiciados por Unidad Nacional (UN), Ernesto Alvarez Miranda y Ernesto Blume Fortini, resultaron elegidos. Más bien resultó beneficiado Javier Jesús Ríos Castillo, un polémico magistrado que fue incluido gracias a los auspicios de Santiago Fujimori y Rolando Souza pese a cuestionados antecedentes políticos y penales. Esta propuesta, según Jorge del Castillo, habría sido respaldada por la Alianza Parlamentaria, específicamente por la bancada de Acción Popular (AP).