El diferendo pendiente con Chile no tiene por qué implicar un cortocircuito en las relaciones bilaterales y tampoco nos debe llevar a perder la serenidad, pues es un tema jurídico que se resolverá por los cauces correspondientes.Este fue, en síntesis, el mensaje que dio ayer el presidente Alan García a propósito de la tensión que generó la presentación del Gobierno Chileno (el 29 de mayo pasado) de una queja ante las Naciones Unidas porque, en opinión de ese país, la Ley de Líneas de Base peruana no respeta la delimitación marítima ni terrestre fijada entre ambos países. Dicha queja está en la página web de la ONU desde la semana pasada."Es importante que nos conduzcamos de manera firme, pero sin dramatismo ni teatralidad. Los temas internacionales exigen la más alta responsabilidad a los políticos y a los hombres de Estado. Uno puede hacer un planteamiento jurídico de manera firme y bien sustentado, sin necesidad de usar los periódicos ni adjetivos. El destino de los pueblos está más allá de pequeñas disquisiciones que jurídicamente pueden hallar solución. Y nosotros necesitamos afirmar nuestra relación comercial, económica y cultural con Chile", señaló García.