QUÉ TIPO DE REGIÓN SERÁ LIMA
11 de junio de 2007

Con sus luces y sus sombras, el proceso de descentralización está avanzando en el país. No sucede lo mismo con Lima Metropolitana que recién esta semana ingresará a una etapa que puede ser decisiva para que la provincia más importante del país asuma el estatus de región.La falta de voluntad política para cumplir esa meta resulta incomprensible, aunque es cierto que hasta la fecha no se han transferido al nuevo gobierno regional los fondos necesarios que requiere. Ahora que sí existen esos recursos, nada justifica que Lima Metropolitana no asuma las funciones asignadas por las leyes de Bases de la Descentralización y la Orgánica de Gobiernos Regionales.No obstante, como señalan analistas, hay un problema de fondo pendiente en el proceso de descentralización de la capital que, si bien no impediría la puesta en marcha de la región Lima Metropolitana, sí pone en entredicho la gestión de una ciudad moderna al servicio de sus habitantes. Y es que Lima, a diferencia de otros departamentos, se halla dividida paradójicamente en tres regiones --Lima Provincias, Callao y Lima Metropolitana--, lo cual crea autonomías y réditos políticos, pero también dificulta su planificación.Lima no el centro de la región, sino un territorio fragmentado o la suma de gobiernos que defienden cada uno sus fueros desde una perspectiva localista. En lugar de mirar más allá de los límites provinciales, no hay preocupación por interconectar la metrópoli hacia adentro y hacia fuera, con una visión integradora eficaz. Tienen razón los expertos: Esto determina que no hayamos resuelto, en primer lugar, quién debe gobernar qué. El Callao está en manos de un alcalde provincial y de un presidente regional, al que se suman seis burgomaestres distritales que marchan por su cuenta. Lima tiene 43 alcaldes distritales y uno provincial que, a su vez, asumirá la presidencia regional. ¿Es esta compleja y antitécnica estructura viable para garantizar un buen manejo de recursos?De otro lado, habría que preguntarse cuán preparado está el Concejo Metropolitano para actuar como gobierno regional y asumir las competencias que le asignan las leyes en materia de educación, salud, energía y servicios públicos. ¿Más allá del Cercado, cómo se coordinará con el resto de distritos y con las otras dos regiones?El futuro de Lima como región es pues incierto. Las instancias de poder que la gobiernan tienen que reparar en sus disparidades y sobre todo en la urgencia planificadora para que la metrópoli funcione como otras urbes modernas, pensadas al servicio de sus habitantes, con sentido de futuro.