El reciente acercamiento entre el gobierno central y el presidente de la región Ancash, César Alvarez, parece no simpatizar al titular del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, quien ayer aclaró que no habrá "borrón y cuenta nueva" con el "cuestionado" personaje.Desde Tumbes, Del Castillo dijo que la aceptación del gobierno de devolver a Ancash la administración del proyecto Chinecas no presupone que Alvarez ya no será investigado por el paro que convocó en abril y que dejó dos fallecidos. Agregó que también debe seguir su curso la investigación parlamentaria sobre la subasta de 140 millones de dólares en la banca privada y que generó un perjuicio económico de medio millón de dólares a la región. (Edición sábado).