Afrontar el narcotráfico es una tarea del Ministerio del Interior y Devida, precisó ayer el nuevo ministro de Agricultura, Ismael Benavides, quien se alejó así de la posición que asumió su antecesor Juan José Salazar, más concesiva con los cocaleros, y que ocasionó su renuncia al cargo."Los problemas relacionados con el cultivo de la hoja de coca, evidentemente, son responsabilidad de Devida, y en el aspecto policial, del Ministerio del Interior. El Ministerio de Agricultura sí tiene responsabilidad en cuanto al apoyo del desarrollo de cultivos alternativos y en eso trabajaremos, porque debemos ser conscientes de que hay varios miles de peruanos en esa actividad y que acuden a ella por su falta de alternativa ante la pobreza. En ese sentido, el sector va a actuar para apoyarlos", resaltó.Benavides recordó que el presidente Alan García ha señalado que la llamada Acta de Quillabamba, firmada por su antecesor, rompe compromisos internacionales asumidos por el Perú que no pueden ser violados; en particular, la adhesión a la Convención de Viena."Es un tema que debe dejarse de lado y buscar el diálogo por otros caminos. Agricultura no es el ministerio encargado de manejar todo el tema del narcotráfico o el desarrollo de cultivos de coca, es promotor del agro", insistió.