Se esperaba que el Gas Natural Vehicular (GNV) fuera más rentable para los taxistas, pero la realidad es distinta para muchos de los que optaron por el cambio. A más de un año de haberse iniciado las conversiones (la mayoría financiada por Cofide), un grupo creciente de estos trabajadores tiene problemas para pagar US$70 en promedio por la inspección de sus motores, que es anual y obligatoria.Ricardo Vivanco, presidente de la Asociación de Taxistas a GNV, explicó que, debido a que muchas unidades no han aprobado estas inspecciones, el chip que contiene la información individual de cada automóvil está bloqueado y se ven obligados a consumir gasolina, incrementándose sus costos. Vivanco pidió la intervención del Ministerio de Transportes.