El año pasado el ducto que transporta el gas de Camisea estuvo en la mira de la opinión pública, producto de los continuos derrames que se presentaron. Situación que originó que muchos plantearan estudios y auditorías para saber la real situación del proyecto de gas. Una versión autorizada sobre la auditoría social y ambiental del proyecto Camisea la tiene el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que contrató a ICF International para elaborar un estudio, recientemente concluido, que evaluó el desempeño del proyecto gasífero en cinco áreas: medio ambiente, social, salud y seguridad ocupacional, planificación de contingencias y respuesta frente a emergencias, tanto del componente de exploración operado por Pluspetrol, como del transporte operado por Transportadora de Gas del Perú (TGP).El sistema de evaluación aplicado por el ICF se basa en el uso de un sistema de luces de semáforo: rojo (requiere correcciones sustanciales para alcanzar un desempeño efectivo), amarillo (necesita algunas correcciones para alcanzar buen desempeño) y verde (logra el desempeño de manera efectiva).Con tal mecanismo de evaluación, el sistema de transporte obtuvo luces amarillas como calificación en cada una de las variables analizadas. Y es por ello que el ICF recomienda a TGP mejorar el uso de desechos sólidos y residuos de hidrocarburos en lo que corresponde al área medioambiental.