Unos 100 efectivos de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) resguardan el campamento minero La Zanja, de propiedad de minas Buenaventura, ante la amenaza de desalojo de los ronderos y autoridades de las provincias de Santa Cruz y San Miguel, donde se encuentra el proyecto de exploración.El jefe de la Región Policial, Romel Pérez Arrascue, señaló que el fuerte contingente permanece en la zona tras la movilización del pasado jueves cuando unos dos mil pobladores intentaron ingresar a las instalaciones para incendiarla. Ante el riesgo de que los manifestantes regresen al campamento "hemos dispuesto que los efectivos de la Dinoes permanezcan en la zona, a fin de garantizar el orden público y el respeto a la propiedad privada". Explicó que durante la protesta del 10 de mayo se detectó vehículos con recipientes conteniendo combustible. "Su objetivo era ingresar al campamento para incendiarlo tal como ocurrió el 16 de noviembre del 2004, pero se encontraron con un fuerte cordón policial que evitó su propósito".