En lugar de aceptar su responsabilidad por haber laborado en empresas privadas de seguridad sin autorización de sus superiores, el capitán de corbeta Carlos Barba Daza prefirió cuestionar la decisión del comandante general de la Marina, almirante Eduardo Darcourt Adrianzén, de relevar de su puesto al director de Inteligencia de la Marina (Dintemar), el contraalmirante Luis Chumbiauca.