Entre 1997 y 1998, la actual fiscal de la Nación, Adelaida Bolívar, habría encubierto a cuatro magistrados que fueron acusados de haber recibido sobornos de hasta 50 mil dólares para favorecer al desaparecido Banco República en la disputa judicial que este mantenía con una empresa local por una planta pesquera de Chimbote.En aquella época, Bolívar era jefa de la Fiscalía Suprema de Control Interno, órgano que declaró infundadas las tres denuncias que el empresario Víctor Huarancca Medina presentó contra el vocal superior Nicolás Ticona Carvajal y los fiscales José Mercado López, Jorge Vásquez Paulo y Jorge Paredes Rebasa por el delito de corrupción de funcionarios.