El presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, afirmó ayer que la Ley General del Trabajo (LGT) no debe constituirse en una valla muy alta que impida incorporar a la formalidad a la gran mayoría de trabajadores."Lo más urgente es tener una ley que por su propia naturaleza encuentre el máximo equilibrio. Se trata de una ley dirigida a un segmento de la población, (pero) la gran mayoría está en la informalidad y en el negocio propio", dijo. De esta manera, el Premier fijó su posición respecto de este controvertido proyecto, sobre el cual al interior de la bancada parlamentaria aprista existen opiniones divergentes. Dada la actual correlación de fuerzas políticas en el Congreso, los votos apristas finalmente decidirían la suerte de la LGT.(Edición domingo).