La presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, reafirma su posición de aprobar una ley general del trabajo que aliente las inversiones en el país.¿Se cuestiona el dictamen de la ley general del trabajo por ser demasiado rígida?La formalización del empleo se logra con menor rigidez y mayor flexibilidad. Entonces, hay que mejorar en esos aspectos la ley general del trabajo y definirse los universos, en el sentido de que los derechos laborales plenos los tienen trabajadores con alguna antigüedad y que pertenecen a un sector muy sólido y formal del mundo empresarial, pero de empersas medianas para abajo no aplicaría esta ley. En segundo lugar, debe ser una ley que dé respuesta a los trabajadores que están en la informalidad, el subempleo por ejemplo. Hay que definir los derechos fundamentales, donde no puede ser obviada la seguridad social, y luego puede haber una progresión de derechos según el desarrollo empresarial. Es decir, tiene que aliarse el trabajador y la gallina de los huevos de oro, que es la empresa. Un tema para atraer inversiones es el marco laboral flexible pero no lo cierren todo a ese tema. No olvidemos que para crear condiciones favorables también debemos desarrollar una buena infraestructura de base como son carreteras, aeropuertos, saneamiento, electrificación, telecomunicaciones. Algunos estimados señalan que para cubrir todos los requerimientos del Estado en infraestructura vamos a necesitar 47 mil millones de dólares en inversión en los próximos 10 años.(Edición domingo). ¿Entonces qué pasará con la ley? El procedimiento no tiene camisa de fuerza, este es el Parlamento, aquí se viene a hablar pero no sandeces, a discrepar, aportar ideas. Por ejemplo, cómo mejoramos esta ley. Es superperfectible la ley. En el debate plenario ese dictamen puede tener hasta cinco textos sustitutorios. Además, con toda esa abundancia de propuestas tienen el recurso del cuarto intermedio. De repente ese nuevo texto no logra el equilibrio, entonces te vas a otro cuarto intermedio. Puedes hacer eso hasta tres o cuatro veces. Eso ocurrió con la ley de carrera judicial y también la ley del empleo público, que al final se quedó aquí y no ha salido. Puede haber el recurso de retorno a comisión y que en ello no solo vaya a la comisión de trabajo sino que se comparta con otras comisiones parlamentarias. En cada una de estas etapas, los sectores interesados tienen la posibilidad de participar. Yo me inclino para que el documento sea revisado en los cuartos intermedios, que es más expeditivo, donde otros actores, que no son de la comisión dictaminadora, participan. La garantía que doy es que buscaremos el más amplio consenso para lograr una legislación que juegue con la realidad que es heterogénea en el campo laboral, porque necesitamos una legislación que no sea rígida para no desalentar la inversión, asumiendo que este es uno de los factores.