La aprobación, por parte de la comisión respectiva, del dictamen sobre la Ley General del Trabajo generó en las últimas horas una verdadera tempestad en el Congreso de la República. Así quedó en claro luego de que el legislador César Zumaeta advirtiera que el debate sobre la disposición no sólo será largo, sino además complicado.Zumaeta, quien preside la Comisión Proinversión del Parlamento sostuvo que cuando el dictamen llegue al pleno, las diferentes bancadas deberán elegir entre tres opciones.Es decir, aclaró, entre la aprobación de una norma absolutamente rígida que consagre la estabilidad absoluta; y el apoyo a una disposición que fije una flexibilización laboral más amplia, en la que no necesariamente estén cubiertos los derechos de los que ya tienen trabajo, sino que busque ampliar la oferta de empleo para aquellos que no lo tienen.