Nuevamente el temor de la contaminación del agua y del medio ambiente, debido a las operaciones que realizan las empresas mineras en la región, se apoderó de las comunidades cajamarquinas. Mientras que, en Río Grande, unos 200 pobladores continuaban con sus protestas contra el proyecto La Quinua, de propiedad de la minera Yanacocha, en la provincia de San Miguel unos tres mil comuneros marcharon para exigir el desalojo de la compañía Buenaventura del proyecto que ejecuta en La Zanja.Ante la posibilidad de un enfrentamiento con consecuencias lamentables, el jefe de la Policía de Cajamarca, Romel Pérez Arrascue, envió 320 efectivos para resguardar el campamento minero ubicado en el distrito de Pulán. Sin embargo, las autoridades de las provincias de Santa Cruz y de San Miguel, que lideraron la protesta y se oponen a la actividad minera, advirtieron que en cualquier momento procederían al desalojo.Los comuneros piden el retiro de Buenaventura de la zona porque dicen que sus actividades están contaminando el medio ambiente. No obstante, la empresa asegura que es imposible que sus trabajos generen un grave impacto ambiental pues el proyecto está recién en etapa de exploración.