Antes de que el pleno del Congreso decidiera ayer la suspensión por 120 días de la congresista Elsa Canchaya, ella ya actuaba como un fantasma.Nadie la vio entrar ni salir del Palacio Legislativo. Eludió a la prensa, pero no la sanción ética que le aplicaron sus colegas. Ahora, la parlamentaria de Unidad Nacional (UN) tratará de evitar una acusación constitucional, el desafuero y un proceso judicial, la pena de cárcel."El Congreso ha dado el primer paso, se ha aprobado el informe de la Comisión de Ética Parlamentaria que suspende por 120 días sin goce de haber a la congresista Elsa Canchaya (...), ahora falta el segundo proceso, el tema penal, que deberá primero ser visto por la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales", anunció la presidenta del Parlamento, Mercedes Cabanillas.El informe de la Comisión de Ética Parlamentaria fue aprobado por 73 votos a favor y con sorpresivas 18 abstenciones provenientes de las bancadas Nacionalista-UPP (10 abstenciones), Apra (4) No Agrupados (3) y el Grupo Parlamentario Fujimorista (1). La bancada de la acusada votó unánimemente por la suspensión.