Unidad Nacional hizo ayer lo posible para evitar que se admitiera la acusación constitucional contra su representante Elsa Canchaya. Algunos no lo aceptarán públicamente, pero quedó claro que el encargado de sacar bajo la manga artilugios legales para tratar de salvar a la integrante de la bancada fue el congresista Raúl Castro, quien sin ser miembro de la Subcomisión de Acusaciones Constituciones se batió en su defensa --sin entrar al fondo del asunto--, esgrimió todo tipo de razones de forma para convencer a sus colegas de que el procedimiento no era el correcto y que la acusación contra la parlamentaria por haber contratado a su empleada doméstica como asesora debía archivarse.Al final se votó y por unanimidad se aprobó declarar procedente la denuncia contra Canchaya por la comisión de delitos contra la administración pública, contra la fe pública (falsedad genérica) y contra el patrimonio (estafa).