Un sorpresivo viraje dio anoche el tema del escándalo que envuelve a la Marina por la venta de información de su Dirección de Inteligencia. La ampliación de las investigaciones periodísticas demostró que las Fuerzas Armadas conocían el paradero de los cabecillas de los remanentes senderistas.Un informe de Cuarto poder demostró que la filtración de información de inteligencia naval incluye fotografías satelitales sobre narcoterrorismo en las zonas de Satipo, Mazamari, Pangoa y los valles de los ríos Apurímac y Ene, donde se encuentra el llamado 'sector cinco' controlado por Sendero Luminoso.En las fotografías se observa la base de los terroristas, así como las trochas y puntos de ingresos. También se detallan las latitudes exactas y las proyecciones digitales donde se encuentran los cabecillas 'Alipio', 'Olga', 'Joel' y 'El Flaco'. Esta información -según la investigación periodística- está en manos de las instituciones castrenses desde agosto del año pasado y, hasta la fecha, no se ha hecho nada por detener a los terroristas.