La anunciada huelga en el sector minero tiene varias pretensiones. De un lado, cuestionar la contratación de 'services' y contratas (tercerización) en el sector, así como presionar para la resolución favorable de algunos pliegos de reclamos. De otro lado, busca la aprobación de la ley general del trabajo y de proyectos de ley específicos a favor de los trabajadores.Desde el plano legal, la huelga no cumpliría los requisitos exigidos para ser declarada procedente, pues no habría obtenido la aprobación de la mayoría de trabajadores ni respetado otras formalidades exigidas, señala el laboralista, Jorge Toyama. Por tanto, la paralización del personal implicaría una inasistencia injustificada al centro laboral.En general, considero que la intermediación y las contratas son figuras que deben admitirse. Son formas válidas de organización empresarial y se usan en todo el mundo.
- [El Comercio,Pág. B 1] /