DELITO QUE MERECE DESAFUERO
25 de abril de 2007

¡Fuera! es lo que grita el país ante una sinvergüenzada tan escandalosa como la cometida por la congresista Canchaya. ¿Tiene esta persona autoridad moral para continuar produciendo nuestras leyes? ¿Nos da acaso alguna confianza? El caso es tan grave y escandaloso que obliga al Congreso a investigarlo sumariamente para, de no ser que prevalezca el nefasto 'otoronguismo', proceder al desafuero.¡Qué tozudez y qué cinismo de la congresista Elsa Canchaya, de Unidad Nacional, para negar los cargos que presentó de manera contundente el programa "Cuarto poder" e invocar a la facilista excusa de que se trata de una "cortina de humo"! ¡Qué descaro para, en su desesperación, involucrar al resto de su personal para avalar una posición indefendible desde el inicio!Aquí hay no solo graves faltas éticas. Hay también delitos contemplados en el Código Penal, como son estafa, falsedad genérica y contra la administración pública, entre otros. Todo ello con el agravante de que habrían sido cometidos por un funcionario llamado nada menos que a elaborar leyes y fiscalizar el manejo de la cosa pública.Es correcto, entonces, que en primera instancia intervenga la Comisión de Ética. Sin embargo, la denuncia debe ser evaluada imparcialmente por la Subcomisión de Asuntos Constitucionales para estudiar el desafuero y derivar el caso a la Fiscalía de la Nación y la Corte Suprema. No más "otorongo no come otorongo". El Congreso tiene que marcar la línea del respeto a la norma y a los fueros, que no pueden ser tan vilmente mancillados por algunos inescrupulosos que solo tientan cargos públicos para medrar, engañando a sus electores y burlándose del país. Otra clarinada de alerta para los partidos políticos ,y en concreto para el Partido Popular Cristiano, a la hora de seleccionar a sus postulantes y fiscalizar su gestión. Para este grupo, la única manera de no terminar severamente afectado por estos hechos graves era separar a la denunciada y unirse a la acusación.Adicionalmente, este caso, que ha puesto de relieve el descontrol en la contratación de asesores, debe servir para extremar las provisiones y lograr que estos sean profesionales y técnicos de primera línea que apoyen la gestión congresal. Para empezar, debe publicarse los currículos de los asesores en la página web.