Las recientes adquisiciones de aviones cazabombarderos F-16 en Chile fueron sopesadas de distintas maneras dentro del Ejecutivo. Mientras que el canciller José Antonio García Belaunde había señalado que las compras masivas de armamentos en el vecino país del sur generaban un desequilibrio en la región, el presidente Alan García Pérez respondió ayer que esa situación no le creaba ninguna preocupación.En un intento por traducir las palabras de su ministro de Relaciones Exteriores, García manifestó que este simplemente debe de haber expresado su asombro por la forma en que los chilenos gastan su dinero en armamentos, y dijo que "lo que a mí me preocupa es que me sigan ganando en educación". El mandatario justificó las compras de aviones en Chile alegando que ese país tiene más dinero y más exportaciones, y aunque sostuvo que "hay mejores destinos para los recursos", insistió en que no es un tema que le inquiete porque "nosotros vamos a ganar la verdadera epopeya, que es la epopeya del desarrollo".