El presidente Alan García se esforzó ayer por dejar sentado que el Congreso está en su derecho de ejercer sus mecanismos de control para interpelar al premier Jorge del Castillo, pero otros comentarios y la respuesta de Mercedes Cabanillas dejaron traslucir que las relaciones entre ambos poderes del Estado siguen teniendo un cerco de espinas. El primer hincón lo dio el mandatario, al mediodía, en Palacio de Gobierno."Yo diría que, mientras el Parlamento interpela, el país crece. Después de visitar el norte, mi punto de vista es que mientras todo avanza hay otro escenario, un cuarto menor, en el que los políticos discuten, tienen sus emociones, sus pasiones, sus envidias", dijo. "Lamento una interpelación, siempre lo haré, pero hay que interpelar en los momentos oportunos. Estoy a punto de viajar a Estados Unidos para tratar de impulsar el TLC, hablar con 40 senadores demócratas y republicanos, con el presidente (George) Bush, y voy a ir con un gabinete interpelado. Creo que es inoportuno. ¿En qué condición va el presidente del Perú a hablar con los grandes de la tierra? ¿Con el frente interno debilitado y con un gabinete interpelado? Eso debió pensarse. ¿Por qué no esperaron hasta el próximo miércoles? ¡Tengan piedad del Perú!", afirmó.