Justificada preocupación ha causado el anuncio del MEF de que a partir de este año los gobiernos regionales y locales pueden aprobar sus proyectos, fuera de la supervisión y control del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP).No hay duda de la necesidad de acelerar la ejecución de los proyectos de inversión, con lo que se puede acelerar el proceso descentralizador, más aun cuando el Gobierno ha transferido competencias sectoriales para las regiones y municipalidades. Sin embargo, como se vio en los escándalos de licitaciones, es muy riesgoso levantar súbitamente las instancias de control, cuando se trata de administrar ingentes recursos que pertenecen a todos los peruanos. ¿Si en Lima no se han podido evitar estos problemas, qué consecuencias puede traer dar carta blanca en el manejo de la inversión regional? Muchas regiones carecen de capacidad para elaborar proyectos que cumplan con los estándares técnicos y de factibilidad para justificar una inversión. En tal contexto, lo sensato es que la delegación de esta facultad de control se haga de modo gradual, acompañada por evaluaciones periódicas y por campañas de apoyo técnico.