De broma en broma se dicen grandes verdades. Ese adagio puede encajar perfectamente en la relación actual entre el presidente Alan García y el ministro de Vivienda, Hernán Garrido-Lecca. Ayer, sin que nadie se lo pidiera, el mandatario hizo alusión al último escándalo que rondó sobre su ministro y, con una sonrisa, expresó el fastidio que aún siente por ello. "Yo creo que (el ministro) va a durar hasta el miércoles", afirmó durante su reunión con el titular de la región Lambayeque, Yehude Simon, y su equipo de directores y consejeros regionales.García, de esta manera, aseguraba a los presentes que, ese día, Garrido-Lecca de todas maneras iba a reunirse con ellos para evaluar las inversiones en el sector saneamiento. Pero su frase sonó más a que el economista se encontraba en período de prueba como miembro del Gabinete, tras la denuncia por la compra de contenidos a un grupo de diarios. Ello coincidía, además, con la actitud del primer ministro, Jorge del Castillo, quien antes de expresar su respaldo abierto a su colega, dijo que prefería esperar sus explicaciones. La oposición en el Congreso ha solicitado interpelar a Garrido-Lecca por este caso.Sin embargo, el jefe de Estado midió sus palabras ante los presentes e inmediatamente reiteró su respaldo al trabajo de su colaborador, no sin antes volver a minimizar un escándalo que ha sido repudiado por la prensa.