El Gobierno otorgó prioridad a la vida antes que a la muerte en la recuperación de la comisaría de Andahuaylas, sostuvo ayer el presidente Alejandro Toledo, quien dijo que gracias a la iluminación de Dios se actuó con paciencia, aunque haya implicado un costo político temporal.Fue al pronunciar un discurso ante el cuerpo diplomático acreditado en el Perú y los representantes de organismos internacionales que acudieron a Palacio de Gobierno para saludarlo por el Año Nuevo."No tengo temor de pagar el costo político si esto implica salvar vidas; hemos priorizado la vida antes que la muerte en defensa de la democracia y el estado de derecho".Gracias a Dios, la estrategia diseñada por el Ejecutivo no ocasionó más derramamiento de sangre y si bien el desenlace de lo acontecido en Andahuaylas fue satisfactorio, la opinión pública juzgará finalmente, enfatizó.El Jefe del Estado consideró importante que la comunidad internacional diseñe una estrategia global contra el terror y aseveró que los gobiernos no "pueden tener ambigüedades frente al terrorismo, al narcotráfico y a la corrupción", que definió como las tres grandes plagas.