Las negociaciones entre los trabajadores de la minera Doe Run Perú (DRP) y los funcionarios de la referida empresa para solucionar una eventual huelga no llegaron a buen término, por lo que desde ayer se detuvo la operación de la Refinería de La Oroya (donde se funde gran parte de los minerales del centro del país). Según el secretario general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de DRP, Aníbal Carhuapoma, unas 1.900 personas se han plegado a la huelga indefinida, de un total de 2.900 empleados de la minera.Las diferencias entre los trabajadores y DRP giran en torno al reparto de utilidades por el ejercicio 2006. Los trabajadores aseguran que estas han sido menores a las que deberían recibir y no hay una explicación consistente por parte de la empresa.Se debe indicar que la huelga continuará hoy en la Oroya, pero no en la unidad de Cobriza (Huancavelica), donde los trabajadores llegaron a un arreglo con la empresa. DRP declaró injustificada la huelga y aseguró que entregó utilidades conforme con las exigencias legales.