El Ministerio de Salud, en coordinación con las municipalidades y los organismos de defensa del consumidor, tiene que actuar urgentemente para sancionar a las boticas y farmacias que atentan contra la salud pública.De acuerdo con la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), en Lima y el Callao existen 817 farmacias y 5.660 boticas registradas; y de estas se estima que el 70% incumple los requisitos administrativos o sanitarios mínimos. Peor aun, en un 10 % dichos establecimientos (aproximadamente 650) atentan contra la salud, por lo que deberían ser clausurados de inmediato.¿Por qué no se ha procedido a hacerlo hasta ahora? Muchas de estas boticas o farmacias, regentadas por inescrupulosos, venden medicamentos vencidos o de dudosa procedencia, lo que es claramente una estafa y un atentado contra la salud. Como puede verse, la liberalización del mercado de medicamentos tiene aspectos positivos merced a la competencia, pero demanda un control especial de las autoridades, pues está en juego el derecho fundamental a la integridad y la vida. La fiscalización y el control tienen que ser permanentes y severos.