Ex primera dama reaparece con su peculiar estilo en el diario israelí Haaretz el 29 de marzo pasado. Niega que Zaraí sea hija de Toledo e insiste en que fue una manipulación montesinista, habla de persecuciones actuales, insiste en la historia de la pareja de "outsiders" saboteados por élites y sigue creyéndose la heroína del cuento acosada por el machismo, conservadurismo y el racismo de nuestra sociedad. Habla a menudo en primera persona plural, como si ella también hubiera sido una autoridad electa. Llega a afirmar incluso que ahora se ha echado a empleados de limpieza de Palacio sólo por apellidarse Toledo. Karp sostiene que la comisión que la investiga en el Congreso no hace una investigación seria porque mezcla ítems distintos en el total de adquisiciones palaciegas que se les atribuye a los Toledo. Admite adquisiciones, pero menores: "Compré flores, pero Fujimori compró droga".También se refiere a la hija extramatrimonial de Alejandro Toledo y lo primero que asegura es que en el Perú existe mucha hipocresía porque el actual presidente también enfrentó una situación similar y no lo hostigaron como a su esposo. (Edición domingo).
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