El comandante general del Ejército, Edwin Donayre, enfatizó ayer que su institución no quiere impunidad, sino justicia con respeto al debido proceso en los juicios a los miembros de las Fuerzas Armadas acusados de supuestas violaciones de los derechos humanos.Al respaldar el pedido del ministro de Defensa, Allan Wagner, para que los casos se resuelvan con celeridad, dijo que para un militar es muy difícil desempeñar eficientemente sus obligaciones si pesa sobre él y su familia la preocupación que implica estar involucrado en un proceso judicial que, además, transcurre con demasiada lentitud. "Hay que ponernos la mano en el pecho (...), hay que recurrir al sentido de sensibilidad humana", remarcó.Si bien admitió que "hubo algunos hechos aislados" en la guerra contra el terrorismo, Donayre precisó que el Poder Judicial debe señalar a los responsables.