A los presidentes regionales no les agradó que el jefe de Estado, Alan García, haya dejado entrever la posibilidad de fijarle límites a sus sueldos. Su primera impresión fue recordar que ya sufrieron un recorte en sus remuneraciones al inicio del actual gobierno, y les sorprende que estos anuncios se formulen sin hacer las consultas ni coordinaciones respectivas.El presidente de Lambayeque, Yehude Simon, consideró que estas expresiones formarían parte de una "política de provocación" contra los alcaldes y contra las autoridades regionales."Hay una política de provocación y una campaña de desprestigio a los alcaldes y presidentes regionales. Es un mal estilo (de García) que se repite constantemente y es poco ético. Nos está provocando constantemente", enfatizó.