ARANA METIÓ AL GOBIERNO EN UNA NUEVA TEMPESTAD
14 de marzo de 2007

A estas alturas, el Partido Aprista ya debería estar más que convencido de que darle un micrófono a Carlos Arana, el cuestionado director del programa Agua para Todos, es más peligroso que colocar a un mono con metralleta en medio de un mitin. Y no le faltaría razón, porque la denuncia de Arana sobre un supuesto intento de chantaje del ex presidente de Consucode, Ricardo Salazar, al presidente Alan García no solo hizo caer de rodillas al ministro de Vivienda, Hernán Garrido Lecca, cuando trataba de escapar de la prensa, sino también sacó chispas en Palacio.Fuentes muy cercanas a la Casa de Pizarro sostienen que la conducta de Arana, hecha pública en un reportaje difundido por La ventana indiscreta, fue evaluada por Alan García y Garrido Lecca en una reunión a puerta cerrada, y que en ella el jefe de Estado le habría 'bajado el dedo'.La decisión final, sin embargo, la habría dejado en manos del ministro, quien ayer, luego de su presentación ante la Comisión de Vivienda, dijo que los comentarios de Arana "estuvieron mal", pero le reiteró su total confianza y lo calificó como un profesional que conoce mejor que nadie el trabajo que realiza.