La anulación del contrato entre el Estado y la empresa Gildemeister por la venta de los patrulleros habría originado una pequeña crisis en el gabinete, que casi termina con la renuncia del premier Jorge del Castillo.Fuentes de Correo cuentan que en determinado momento del Consejo de Ministros del último martes, Del Castillo habría hecho un "amago" de dimisión, no tanto por la actitud del ministro del Interior, Luis Alva Castro, de ya no negociar con Gildemeister, sino por el hecho de adoptar decisiones y soltarlas ante la prensa sin consultarle previamente. Como se recuerda, en la víspera, Alva Castro anunció la anulación del contrato con la empresa chilena en una radio local antes que Del Castillo lo confirmara formalmente. Uno de los testigos confirmó que la reunión ministerial se tornó tensa cuando el Premier se quejó de la poca coordinación entre su despacho y el Mininter. Fue en ese momento que Del Castillo recibió el total respaldo de sus colegas, mientras Alva Castro se mostraba conciliador.