Mientras en el Perú aún no se define si el etanol gozará de beneficios tributarios, en el resto del mundo la preocupación está centrada en hacer sostenible esta industria en el tiempo, bajo la premisa de que los biocombustibles pueden reducir la presión de los altos precios del petróleo.Las principales objeciones al etanol se centran en un posible riesgo ambiental y en la reducción de las hectáreas de cultivos para alimentar a la población mundial debido a su uso en la generación de biocombustibles. Al respecto, el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Achim Steiner, demandó ayer, en declaraciones a la agencia Efe, algunas medidas de precaución al Gobierno Brasileño, principal productor de etanol, para evitar que ocasione un efecto distinto al esperado: el incrementar en vez de reducir los niveles de contaminación. El problema al que se refiere Steiner es que una gran parte de los productores de caña de azúcar utiliza el método de la quema de extensiones de cultivos como parte de la cosecha, lo cual genera un alto grado de contaminación.