El ministro Luis Alva Castro empezó a evaluar la posibilidad de rescindir el contrato con el consorcio Automotores Gildemeister-Maquinaria Nacional, después de enterarse del precio real de cada camioneta, una vez desaduanada y cancelados todos los impuestos: US$ 13 mil 874.La cifra que había obtenido la Comisión de Alto Nivel del Ejecutivo que renegoció el contrato fue de US$ 19 mil 883. Para Alva Castro, las empresas chilenas le estaban cobrando al Estado por cada vehículo un precio muy elevado, lo que les permitía obtener una retribución "excesiva e inaceptable", según dijeron a La República las fuentes del despacho del titular del Interior.